Huellas de una Reina sin Corona, representa en sí, la labor poética más
importante en la incipiente carrera literaria del autor. Escrito entre
algunos inigualables rincones de Canadá y sus alrededores: British
Columbia, Québec y Ontario, éste libro ha sido la mayor muestra de
inspiración, admiración y amor desenfrenados por la vida y la mujer,
que el poeta ha desarrollado a través de las letras plasmadas, y donde
las metáforas se disgregan con el más solemne canto perdido entre
palabras. Surgida de un romance repentino entre largas horas de nevadas
soledades, ésta poesía logrará entre sus sonidos y cadencias, desdoblar
al lector hacia una súbita revolución emocional, donde no habrá cabida
a la lógica, y la muerte pretende no importar ya más, sino inspirar y
enaltecer hasta el fifi nal, porque es a través del lenguaje del alma que
realmente entendemos nuestra existencia...
El amor es parecido al cigarro del poeta, suele ser inspirador y casi siempre
mata, su ausencia desespera, puede tirarlo y pisarlo, o disfrutarlo hasta que
apagado desvanezca...